domingo, 15 de abril de 2012

YA NO ME CALLO: ARES, MENTIROSO ¡DIMISIÓN!

Lo que pasa es que a Acebes, Aznar y a Michavila, la derecha mediática les aguantó más con la conspiración y el ácido bórico, y el vocero de la derecha en este país, tres horas después de oír tu versión, decidió apartarse de ella para que no les salpicaras, ya que la causa de la muerte era munición de caucho de la ertzantza (eufemísticamente llamadas pelotas). No creo ni por un momento que a pesar de que ertzainas acudieran al hospital de Basurto al día siguiente de su actuación para interesarse por Iñigo, no tuvieras en ese momento la certeza, o al menos la creencia razonable de que la causa de muerte más probable era el disparo de la ertzaintza.

Después tu comparecencia en la comisión parlamentaria, en la que afirmas que: no has creado tú los protocolos de la ertzaintza sino que son los mismos que llevan empleándose desde siempre, que váis a redactar cuatro instrucciones para cambiar las cosas, que ya estabáis trabajando (oh, casualidad!) en modernizar las escopetas por otras que puedan apuntarse, y que se creará también un grupo de trabajo. En ella queda claro, a diferencia de en tus respuestas a las preguntas de una periodista en la comisaría, que no vas a dimitir de ninguna de las maneras, y que se llegará hasta el final caiga quien caiga y pese a quien pese pero que no serás tú. Has abierto expediente a los agentes, pero se te ha olvidado decir que ese expediente será informativo, y que aún no hay ningún expediente sancionador que se halla paralizado por el procedimiento penal iniciado. Y el viernes, reunión con los sindicatos policiales, para mantener prietas las filas. Has decidido que el culpable es el material antidisturbios, y haber si pasando el tiempo, las cosas se calman. 

En lugar de detener a dos personas la víspera de tu comparecencia, en el colmo de la impostura por la “pelea que provocó la carga de la ertzantza” podías haber detenido a la energía cinética, que es la auténtica asesina de Iñigo. De las cámaras de video con las que controlas la taberna Kirrruli, ni una sola imagen subrayada con flechitas en la comparecencia, y eso que son entre veintidós cámaras según unos medios de comunicación y ocho según la policía. El medio ideal para apreciar lo que al principio considerastéis una algarada, más tarde disturbios,luego incidentes, después trifulca, y hoy ”pelea y lesiones”, tras la puesta en libertad de los detenidos. Quizás porque veremos ertzainas bajando la persiana de un bar, de modo similar al que vimos en Rekalde tras desalojar Kukutza (recuerdo muy bien tu sarcástica sonrisa, se parecía a la fotografía de Javier Balza con los pies en la mesa mientras sus chicos nos molían a palos), veremos en qué sentido orientan las escopetas (por cierto, Ares, conoces alguna foto en la que disparen hacia arriba?) o les veremos recoger los casquillos de las escopetas, de los que no dejaron ni rastro, supongo que para que no se les acuse de contaminar.

Los testigos de la actuación afirman que al menos siete disparos golpearon las persianas del bar, estos tres de los que te adjunto fotografía fueron a las casas de los vecinos a una altura de seis metros, más golpearon en los barriles de cerveza y barras mientras la gente se refugiaba tras ellos, ¿y nos dices que han intervenido seis escopetas y tres furgonetas, cuando los testigos contaron 14 furgonetas y no menos de veinte disparos? ¿Quién puede asegurar que fueron cincuenta? ¿Dónde están esos cartuchos recogidos? Tras constatar que toda la gente que pudimos la protegimos en los bares antes de cerrar la puerta, su terror, su asfixia, tras ver que quedaron en el suelo frente a la puerta quince personas cuya edad media no llegaba a los veinticinco años y no pudieron entrar, tras escuchar la declaración de Ziortza y su valentía, después de que la responsable del local preguntara al mando ¿podemos salir? y que éste respondiera: “por mi sí, pero mis compañeros están muy calientes” ¿cómo, consejero Ares, puedes asumir toda la responsabilidad política y permanecer en el cargo? 

Deberías consultar la página web foropolicías (y su significativo silencio en este caso) y leer las bravuconadas de ciertos elementos que hablan de “cazar ciervos” (leáse jóvenes de la izquierda abertzale, o sino los que cometen el horrible crimen de tomar un zurito al lado de la taberna Kirruli Kultur Elkartea cuando gana su equipo de fútbol) y alardean de partirnos la porra en la cabeza, porque da igual si es gas lacrimógeno, munición de caucho, o como Iñaki Castro me dijo una vez: porras de madera de haya del país. A mí lo ocurrido sólo me ha recordado el asesinato de Rosa Zarra, las cargas en el aeropuerto de Hondarribia y en el cementerio de Tolosa cuya responsabilidad colocastéis al exjuez Carlos Bueren, la de la manifestación del 14 de septiembre, la de Santurtzi en la que el mando decidió dejar pasar a la manifestación porque ya no les quedaba más munición de caucho tras herir a cerca de cincuenta personas, y el robo de partes de lesiones tras apalear a los manifestantes contra el desalojo de Kukutza…

Lo que no sé es cómo no ha pasado antes, y cómo disparando a discreción en un callejón atestado de gente, con una única salida que luego también cerrastéis con policía contra los consejos de vuestras tácticas represivas sólo ha caído Iñigo. Puedes preguntar a los testigos, a la enfermera que le atendió, a las peluqueras, a los vecinos e incluso al cura. O repasar qué ha ocurrido cuando hemos llamado una ambulancia en estos últimos ocho años, porque las dos veces que han acudido (un mareo de una cliente y una agresión a un camarero) jamás ha habido problemas.

Pregúntate, Ares, cuál es la consecuencia lógica de disparar sobre la masa indefensa en un callejón que convertisteis en ratonera, te dejo los videos de los últimos triunfos del Athletic en los que me ha tocado hacer turno para que te sorprendas de lo que podía haber sucedido en las avalanchas que provocó el pánico. Tratas de hacer filosofía y buscar la ”causa no causada” pero deberías repasar el derecho penal: analizar el desvalor de acción, el desvalor de resultado, la autoría y la identificación de los responsables, buscando justicia para Iñigo. También si es un tipo penal doloso, en el que se disparaba a matar (cosa que sólo sabrá el autor material del disparo) o un tipo imprudente, donde se asumía el riesgo por varias personas y sus mandos y las consecuencias de la acción, aceptando el posible y más que previsible resultado. Pregúntate también, si en el próximo campeonato europeo tu selección española gana, la Ertzantza actuará del mismo modo ante una pelea que suceda en la plaza Corazon de María, mientras aficionados festejan el triunfo en la Casa del Pueblo.

Estoy de acuerdo con Pastor en una cosa: no es momento de dimisiones, ahora es el momento de que te cesen de modo fulminante, si es que en el PSE aún manda alguien que no seas tú, Basagoiti o Damborenea. Pero aunque eso no va a ocurrir, no esperes lograr la misma impunidad de Manuel Fraga Iribarne por el 3 de marzo, o el otro Rodolfo, Martín Villa al afirmar “lo nuestro son errores, lo otro son crímenes”. Como afirman las Madres de Mayo: no olvidamos, no perdonamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ORRIALDE NAGUSIRA ITZULI

ORRIALDE NAGUSIRA ITZULI
VOLVER A LA PÁGINA PRINCIPAL